1. Las sandías y los melones.
Un clásico de las tardes de verano, de las tarteras de las madres en la playa e incluso unas frutas la mar de apetecibles para combinarlas con cualquier cosa. Si no eres de los de comer fruta no podrás decir que no a un batido bien freso de Sandía, o de melón, o incluso de las dos cosas. o te animo a preparar un polo con su jugo para los más peques porque tomar helados puede ser muy sano.
2. Arándano Rojo
No solo está delicioso y fresquito entra como postre o adorna cualquier cosa divinamente, además tiene proantocianidinas, que dicho así no te sonará pero son ideales para prevenir, por ejemplo, la cistitis. En verano muchas mujeres padecen por los cambios de temperatura y la humedad esta tediosa enfermedad, así que con el arándano ayudamos un poco a prevenirla.
3. Aguacate
Siempre habréis oído cosas buenas (y alguna mala) del aguacate, esa fruta, fruto o verdura inclasificable incluso en los estantes del super. Pero la verdad es que sus propiedades lo convierten en una opción genial para el buen tiempo por su gran contenido en vitamina C y porque su grasa es monoinsaturada saludable, es decir, protege las arterias y baja el colesterol "malo". Y queda de muerte en ensaladas.
4. Queso fresco.
Ideal para completar una cena sana por su contenido en calcio y fósforo, cómodo y rápido, si además lo acompañas de unas nueces o un poco de miel es el postre ideal fresquito y muy saludable.
5. Agua
Si, no queremos que os olvidéis del más importante elemento de hidratación. Es verdad que el consumo de bebida aumenta mucho en verano. Lo mejor para quitar la sed es el agua, aunque podéis alternar con zumos y , ocasinalmente, refrescos o alguna cervecita que es verano y hay que disfrutar. Pero no olvidéis hidrataros muy bien y ofrecer mucha agua a peques y personas mayores.
¡A disfrutar el verano!
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